Desde Puyalón de Cuchas observamos con preocupación el devenir de los acontecimientos en Mali, con la ampliación de la misión militar francesa de 2500 a 3200 efectivos, la colaboración del resto de países de la OTAN y la adhesión de los ejércitos de la zona (Nigería, Costa de Marfil, etc.), a dicha misión. Ateniéndonos a nuestro punto de vista antiimperialista, no podemos más que rechazar de plano esta intervención, que no hace más que repetir modelos neocoloniales y de injerencia, a los que lo mismo Francia que la OTAN nos tienen tan acostumbrados en los últimos años.
En este caso en particular, a nuestra preocupación y nuestro rechazo hemos de sumar nuestra solidaridad con el pueblo de Azawad, triple víctima de intereses ajenos desde la época de la colonización europea. En efecto, los tuareg de esta parte de África han conocido desde 1900 la colonización francesa, la represión del gobierno maliense independiente, cuyas renovadas promesas de respeto a los derechos nacionales de los tuaregs de Azawad en 1992 y 2006 han sido sistemáticamente violadas y, ultimamente, la presión del islamismo radical llegado de otras partes de África Central, que ha sido implantado localmente por Ansar Din.
Ante todo ello, la declaración de independencia del 6 de abril de 2012 llevada a cabo por el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) y sus luchas subsiguientes contra el ejército de Mali, Ansar Din, Al Qaeda en el Magreb Islámico y Muyao, son el reflejo de la voluntad de este pueblo de existir sin las tutelas francesa, maliense o islamista; para que el pueblo de Azawad alcance este objetivo, es preciso un ejercicio de solidaridad y que la comunidad internacional reconozca la existencia del estado de Azawad, comprometiéndose al respeto de sus fronteras y a su viabilidad, que irremediablemente pasa por un proyecto nacional, democrático y laico.
Por ello, desde Puyalón queremos hacer un llamamiento a: