La iglesia es de nave única, testero recto y tres tramos, el coro con bóveda de cañón apuntada, crucería simple en el central y la cabecera con una cúpula barroca sobre tambor y pechinas que sustituyó al ábside original. A la espadaña barroca se sube por una escalera de caracol. Se accede por el lateral de la Epístola y por el del Evangelio tiene dos capillas. Unos ladrones robaron valiosos elementos barrocos de la fachada, dos columnas de piedra y una verja de la prolongación al claustro. Intentaron robar una verja del interior y se llevaron una puerta que comunicaba al claustro. Dicho claustro es de planta irregular y tiene adosada la hospedería hundida y alguna dependencia. La vecindad denuncia que no se hace nada por conservar el santuario ni le deja al ayuntamiento, su dueño que es el arzobispado, ni Patrimonio que hace unos años hizo unas pequeñas reparaciones. Mientras desaparecen su historia y tradiciones.