Las calles de Zaragoza volverán hoy a ver una demostración de unidad y lucha antifascista. Hoy, sábado 17 de noviembre, a las 18.00 horas desde la plaza Reina Sofía (barrio de San José) partirá la manifestación antifascista que recorrerá las céntricas calles de la ciudad hasta llegar a plaza de España.
La convocatoria está lanzada desde Zaragoza Antifascista y será secundada por distintas organizaciones y colectivos sociales, políticos, sindicales, culturales y vecinales de la izquierda aragonesa. Además en la manifestación participará unbloque solidario con la causa palestina y en contra del genocidio de Israel al pueblo palestino que en estos días, una vez más, está siendo brutalmente masacrado con los recientes ataques en Gaza.
Al igual que en otros años, la manifestación de Zaragoza comparte lema y cartel con las distintas convocatorias que se realizan en este día a nivel estatal. Así en Madrid, Palencia, Salamanca, Zamora, Málaga, Valencia… también se convocan manifestaciones antifascistas. La convocatoria en Zaragoza está enmarcada dentro de los actos de las jornadas Noviembre Antifaixista.
La unidad antifascista es vital para frenar los continuos ataques del capitalismo en todas sus formas y expresiones, por eso el lema de esta Manifestación: “Fascismo y racismo, instrumentos del capitalismo”.“Tejamos esta red para normalizar el antifascismo en toda la sociedad hasta acabar con el fascismo. Por unas calles libres de fascistas. Por una sociedad feminista, antiracista, anticapitalista y antimperialista. Por la unidad y la acción antifascista”.
COMUNICADO | Este martes, 20 de noviembre, se cumplirán 37 años desde que murió Franco, desde que se puso fin a la dictadura fascista. Y como cada año, el antifascismo tiene una cita ineludible en las calles para celebrar este hecho, para recordar a sus víctimas y para no olvidar con el objetivo de no repetir.
Insistimos en lo de “no repetir” porque nos encontramos en una situación que debe ponernos alerta. Estamos en medio de una gran crisis capitalista que está provocando una situación de inestabilidad cada vez mayor. Ante el cabreo de la clase trabajadora y el auge del movimiento obrero en defensa de sus derechos, los mecanismos de la democracia liberal resultan inadecuados e insuficientes. Por ello, la clase dirigente, en aras de sus intereses, está recurriendo al fascismo para llevar a cabo lo que ellos han llamado como “la refundación del capitalismo”. Ahora conocemos de qué se trata. Estamos siendo víctimas de un recorte de derechos sin precedentes y que alcanza todos los ámbitos. Trabajo, justicia, vivienda, sanidad, educación y demás servicios públicos. Se han apropiado de lo público y lo van a transformar en privado. Para conseguir llevar a cabo todas estas agresiones sin que haya una respuesta social que impida conseguir sus objetivos, necesitan imprimir una fuerte dosis de miedo al pueblo, mediante detenciones, persecuciones, palizas, miedo y represión, creando un estado de shock generalizado. Así empezó en Alemania. Así empezó en Italia.
El movimiento fascista se siente cómodo en esta situación. Simplemente espera su turno, espera que le pasen el testigo. Presiona y pelea para que la clase dirigente lo acepte como alternativa viable. No olvidemos que es pura ambigüedad, puro populismo y pura demagogia, además de pura violencia y miedo. Atrae a las clases medias para tener una base social y al mismo tiempo apuntala los intereses de los grandes empresarios. Al principio solo algunos sectores de la burguesía apoyan al fascismo, pero esto crece en un momento de fuerte crisis. Y aquellos burgueses que no están de acuerdo, tampoco se opondrán ya que les puede servir a sus intereses. Así pasó en Alemania. Así pasó en Italia.
Tampoco olvidamos la situación del eslabón más productivo y reproductivo para el capitalismo, compuesto por las mujeres y las personas migrantes, doblemente oprimidas por el sistema. Debemos hacer frente al discurso racista y xenófobo que ha ido calando en la sociedad, un discurso que se ha encargado de propagar la extrema derecha y que en numerosas ocasiones ha sido difundido por los medios de comunicación, así como debemos contraponer la imposición del patriarcado en los distintos ámbitos de nuestras vidas.
Hoy, por mucho que les cueste reconocerlo, por mucho que tengan que restregarse los ojos para creerlo, se están dando síntomas preocupantes que nos hacen afirmar que la historia puede repetirse. En Europa, los partidos nazi-fascistas crecen sin control y llegan a las instituciones sin impedimento alguno, además de aumentar la violencia en las calles y de multiplicarse su presencia en el tejido social. Tenemos el ejemplo de Grecia. En el estado español, tres cuarto de lo mismo, teniendo como ejemplo a Plataforma per Catalunya, que incluso se propone abrir sedes en todo el territorio estatal, incluido Aragón. En Aragón, los partidos de extrema derecha obtienen miles de votos. Y no son uno ni dos, sino decenas las asociaciones y partidos pseudo-fascistas legalizados. Las agresiones han crecido en todo el estado, y en Zaragoza podemos dar buena cuenta de ello. Las fuerzas de seguridad del estado actúan como verdaderos nazis. Se excusan en que reciben órdenes, lo mismo que decían los soldados nazis, protegiendo y favoreciendo a la derecha y castigando y condenando a la izquierda.
Antes hemos dicho que la historia “puede” repetirse. “Puede”, porque depende de nosotros. La gran tragedia histórica es que la izquierda, en Italia y en Alemania, tenía suficiente fuerza como para frenar el crecimiento del fascismo e impedir su victoria. Pero es tiempo de aprender y de no lamentarse. Es tiempo de actuar, de defenderse y de atacar.
No seamos hipócritas en nuestros actos. Tenemos que posicionarnos, que decir, que gritar. Rechazar frontalmente cualquier actitud xenófoba, racista, machista y de injusticia social. Tenemos que tomárnoslo en serio, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos debemos ser lo que somos, antifascistas.
Las únicas experiencias exitosas frente a una amenaza fascista han sido y serán siempre la firmeza y la unidad. Recordad, asumid, y actuar en base a lo siguiente: Si no hacemos lo imposible, nos encontraremos con lo impensable.
Es hora de acabar con su impunidad y de seguir tejiendo unidad antifascista. Eduquemos a nuestros hijos e hijas , a nuestros familiares , a nuestras amistades, a nuestros compañeros y compañeras de trabajo y de clase, en valores en positivo como la solidaridad, la justicia y la igualdad. Tejamos esta red para normalizar el antifascismo en toda la sociedad hasta acabar con el fascismo.
Por unas calles libres de fascistas. Por una sociedad feminista, antiracista, anticapitalista y antimperialista. Por la unidad y la acción antifascista.
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