Los regionales y el Cercanías han logrado un 2023 histórico en Aragón, en cuanto a número de viajeros. A pesar de los recortes en estaciones, frecuencias y apeaderos. Las cifras muestran que, si se financian e impulsan, funcionan: más de 400.000 viajeros en la única línea de Cercanías del país (Casetas-Miraflores) tras los descuentos instalados el año pasado por el Gobierno de España. (Recordemos que empezó con la gratuidad a Cercanías y Media Distancia, y en enero de 2023 descuento de 30% en transporte autonómico).
En el caso de Aragón, DGA y Ayto Zaragoza aportaron un 20% de la tarifa en el segundo semestre, lo que permitió que el Ministerio de España aportase el 30% restante en trayectos urbanos e interurbanos, de competencia autonómica y municipal. Además de la gratuidad en viajeros frecuentes de Renfe Media Distancia y Cercanías.
No podemos imaginar si estos descuentos hubieran podido aplicarse en una verdadera red de Cercanías en Zaragoza y Huesca, y unas frecuencias acordes.
Puyalón de Cuchas siempre ha defendido un modelo de transporte ferroviario público, integral, sostenible y que vertebre todo el territorio. Para ello hace falta voluntad política, priorizar y presionar con propuestas como la que presentamos. En la anterior legislatura ya registramos una iniciativa en el Congreso de los Diputados que iba en esta línea.
Realizamos una propuesta de 7 líneas de cercanías, aprovechando la infraestructura viaria existente. De norte a sur y de este a oeste, con Zaragoza como nodo central.
Al norte, proponemos realizar una línea que llegue a Uesca y otra que pueda llegar hasta Monzón vía Grañén. El flujo de movimiento diario entre Zaragoza y Uesca justifica sobradamente el realizar una conexión de cercanías entre estas dos ciudades. Implementar la conexión a Monzón permite vertebrar las comarcas orientales del Alto Aragón.
Hacia el este, proponemos dar continuidad a la conexión de Miraflores con las poblaciones de El Burgo de Ebro, Fuentes de Ebro y Quinto, hasta llegar a Caspe. Y de ahí asegurar en un futuro la conexión con Catalunya a través de las Terres de l’Ebre.
Hacia el oeste, se da continuidad a la línea de Casetas para llegar hasta Gallur, conectando un eje industrial fundamental. De esta forma se pueden plantear conexiones de Media Distancia con el eje del norte (Castejón y Pradejón).
Hacia el suroeste o la Ibérica, planteamos un Cercanías que a través del Jalón llegue hasta L’Almunia (conexión futura con Calatayub) y otro que conecte con Cariñena (conexión futura con Teruel).
Y por último, un Cercanías metropolitano que una Centrovía-Aeropuerto con Malpica, pasando por las estaciones intermedias de Zaragoza.
La soberanía es decidir desde aquí, con recursos y pensando en las personas. Queremos la competencia de Cercanías del Gobierno de España, transfiriendo recursos y reconociendo deudas históricas. De la misma manera que ha comenzado el traspaso con otras CCAA. Esto no es una locura, es una propuesta realista para vertebrar y apostar por un medio de transporte muy necesario para las necesidades del territorio y acorde con los deseados presupuestos de la Transición Energética.