Analizando la realidad política y asumiendo los errores cometidos hasta entonces, Puyalón entendió la necesidad de dar un cambio completo a la Organización; desde sus estructuras internas hasta la comunicación pública.
Ligado a este proceso, se planteó asimismo una reforma estratégica que abriese nuevas puertas al soberanismo de izquierdas en Aragón, dejando en un segundo plano muchos de los caminos emprendidos desde 2008 pero nunca acabados.
Motivadas por transformarse en una herramienta realmente útil para el movimiento de liberación nacional, social, sexual y de género, Puyalón planteó la integración de su militancia en todos los ámbitos de lucha del País, trabajando desde abajo y a la izquierda como motor ideológico en clave propositiva.
Para ello, el Partido ha decidido renovar su imagen pública e interna, adaptando una estética adaptada a la política actual y los nuevos formatos de comunicación, mostrando un perfil más amable y cercano pero radicalmente antifascista, aragonés, socialista y feminista.