Se calcula que cada año son más de 50.000 animales no humanos los que se torturan en todo el Estado español durante las denominadas “fiestas tradicionales”. Sin embargo, ningún calificativo próximo a lo que podríamos denominar festivo y aplicado a estos actos, resistiría argumentos científicos, objetivos o racionales.
Todos los animales, humanos y no humanos, tienen capacidad para sentir y por lo tanto para sufrir. Son actos que suponen sangre, miedo, dolor intenso, angustia y estrés, poco que ver con cualquier fenómeno lúdico.
La terrible realidad es que toros, vacas, gansos, burros, cabras, caballos…ningún animal escapa a un maltrato amparado por supuestas cuestiones culturales y el peso de la tradición, pese a que la gran mayoría no alcanza los cien años de antigüedad.
¿Qué cultura? En algunos casos –como el de la tauromaquia- si investigamos sobre sus orígenes, chocamos frontalmente con el absolutismo, la celebración de los quintos, la virilidad masculina, el homenaje a santos, el nacionalismo español y la violencia exhibida por las clases más acomodadas frente a los más desfavorecidos para garantizar la inmovilidad de una estructura social tremendamente desigual. Lacras del pasado y valores ajenos a cualquier sociedad civilizada que sin embargo nos siguen acompañando.
Frente a un rechazo social que va en aumento, los partidos políticos mayoritarios y las instituciones siguen subvencionando estos “festejos” o pagándolos de forma completa, arropados por una legislación permisiva y ambigua que de forma urgente debe cambiar.
¡Disfrutemos de unas Fiestas Populares libres de maltrato animal!
| Purna y Puyalón de Cuchas
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