El acto llevado acabo en la tarde de hoy por Ateneo en el Centro de Historias de Zaragoza, ha recogido la opinión de 60 Voces de relevancia en el ámbito social, político, cultural, social y sindical de la sociedad aragonesa.
El Coordinador Nacional de Puyalón de Cuchas ha centrado su intervención en la “Unidad de la Izquierda Sí, en torno a Programas y Proyectos”.
La izquierda es plural, con marcadas diferencias entre las distintas tradiciones. En este panorama, los denominados procesos de unidad de acción, que no significan uniformidad, tienen sus límites.
A día de hoy, es evidente que sin esta unidad tenemos escasa capacidad de acción frente a la magnitud de la ofensiva neoliberal, pero consideramos que hay tres requisitos básicos.
Primero, honestidad y una intención sincera de consolidación y ampliación de conquistas sociales, en ningún caso articuladas en beneficio de unas siglas.
En segundo lugar, la concreción por parte de cada uno de los agentes políticos y sociales de propuestas, horizontes y límites. La retórica estéril que busca salir del paso en un escenario de debate y reconfiguración del campo político, sólo promueve el desencanto, en un momento histórico para los Pueblos y la clase trabajadora.
Si no se trabaja en torno a proyectos concretos dentro de ese nuevo modelo social antagónico que debemos construir, si deseamos justicia social y económica para las mayorías, regalamos de antemano toda la hegemonía cultural a las élites políticas y económicas.
En tercer lugar, es fundamental una profunda autocrítica en el seno de la socialdemocracia europea -de la que CHA e IU forman parte- y evaluar su responsabilidad.
En Puyalón de Cuchas no sólo creemos en la necesidad de un frente honesto, en torno a ideas claras. También pensamos que el campo electoral es importante, pero acompañado de la construcción previa y sostenida en el tiempo de movimiento obrero y popular, lejos de criterios matemáticos y cálculos electorales partidarios. Sin duda, éstos, nos alejarían de ese sector cada vez mayor de la ciudadanía, que reclama la unidad de las organizaciones de la izquierda.
La acción electoral debe estar subordinada –siempre- a la estrategia política qué alcance unos objetivos programáticos, y nunca al revés.
En definitiva, unidad con las fuerzas políticas progresistas y de la izquierda sí. Pero para qué y con qué propósito. Ésa es la primera tarea que debemos acometer. Dibujar entre todas y todos un horizonte justo y digno para aragoneses y aragonesas.
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