Ayer, 23 de Abril, casualidad o no, día nacional de Aragón, los cuatro jóvenes aragoneses que partieron hace más de 9 días hacia el Sahara, regresan a casa.
El viaje de la brigada aragonesa, compuesta entre otros por militantes de Puyalón de Cuchas y de Purna, pretendía llevar la solidaridad del pueblo aragonés a los territorios ocupados del Sahara, conocer de primera mano la situación en que se encuentra el pueblo Saharaui en las zonas ocupadas por Marruecos, y crear lazos de solidaridad entre nuestros dos pueblos.
El Gobierno Marroquí desde un principio se puso en alerta ante la llegada de esta brigada, realizando un control policial de los brigadistas, inusual y desproporcionado para un país que pretende ser democrático. No se les permitió entrar en los territorios ocupados, sin ningún tipo de excusa, y días después ya en territorio Marroquí cuando parecía que toda la presión policial había acabado, las tropas marroquíes irrumpieron en la vivienda donde se hospedaban los cuatro jóvenes aragoneses, para cursar una supuesta orden de expulsión de los brigadistas, conduciéndolos al aeropuerto de Marrakech y reteniéndolos en el mismo, durante más de 20 horas, con constante presión policial. Para más tarde, después de estar durante todo ese tiempo sin poder comer, ni descansar en condiciones, comentarles que realmente no existía ninguna orden de expulsión para los brigadistas, una mentira más del Gobierno Marroquí que ha intentado impedir constantemente una estancia que consideraba incómoda, siendo custodiados, vigilados y amenazados en todo momento.
La brigada aragonesa, en la que se encontraba Laura Soteras, candidata a las elecciones Europeas por la coalición Puyalón de Cuchas-Os Pueblos Deciden ha podido constatar la continua vulneración de los derechos humanos, por parte de las autoridades marroquies cuya inmediata consecuencia han vivido en primera persona.
Puyalón de Cuchas celebra tener en casa a los cuatro brigadistas, y exige al gobierno del estado español que aclare la situación vivida por los jóvenes aragoneses, y se decida de una vez por todas a presionar a Marruecos para que cese la vulneración constante de los derechos humanos en los territorios ocupados del Sahara, sin dejar de reclamar una vez más un referéndum libre para este pueblo, que permita al pueblo Saharui decidir sobre su futuro.
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