1).- ¿Qué te parece la convocatoria de “Jaque al Rey” para el 28 de Septiembre en la Plaza de Oriente?
Desde Aragón observamos esta convocatoria como una interesante iniciativa que esperamos que ayude a desestabilizar al Sistema al atacar uno de los pilares básicos y centrales del Régimen, la Monarquía. Estamos ante una movilización rupturista que no pretende humanizar al Régimen sino que su objetivo central es destruirlo y sustituirlo por otro social y democrático.
Estamos ante una movilización que sin duda sumará fuerzas en este objetivo y servirá de apoyo al movimiento popular que pondrá en marcha los Procesos Constituyentes y hará efectivo el Derecho a Decidir de los Pueblos, por ello esta iniciativa despierta en el independentismo aragonés una gran simpatía. La Monarquía es la institución española con menor legitimidad, más débil y más vulnerable, por tanto, la menos defendible, y tumbándola a ella se abren vías para acabar con el Régimen.
2).- ¿Qué razones crees que hay para esta movilización?
Vivimos una crisis sistémica del capitalismo en la que estamos viendo cómo se limitan y reducen derechos y empeoran vertiginosamente nuestras condiciones de vida y trabajo, así lo constatamos día a día en los pueblos y comarcas de Aragón. Es por ello que se impone la necesidad de sumar fuerzas también contra la estructura más débil y desprestigiada del Régimen, antes de ser arrasados como individuos y como Pueblo. Se trata de conquistar mayorías que permitan a las capas populares imponer nuestro programa a esas élites dominantes minoritarias que mantienen sometidos a importantes sectores de la sociedad y que por tanto tiempo vienen aplicando el suyo. Sin forjar esa mayoría no hay alternativa posible, y siendo la Monarquía el símbolo y pilar más débil del Régimen oligárquico, debemos atacarlo y centrar esfuerzos en la figura del heredero del franquismo Juan Carlos I. Derribando la Monarquía conseguiremos pasar por encima de esa minoría dirigente y abrir Procesos Constituyentes en torno a un nuevo sistema centrado en los derechos sociales y democráticos, y el Derecho a Decidir de los Pueblos.
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