Desde hace un tiempo el sector de las nuevas tecnologías está siendo amenazado a nivel europeo con llevarse el trabajo a lugares donde las leyes laborales brillan por su ausencia y las compañeras obreras viven en un estado de esclavitud por empresarios de multinacionales sin escrúpulos. Estas empresas desplazan toda la carga de trabajo posible a China, India o Latinoamérica y los procesos que no pueden llevar a estos estados son realizados por trabajadores de subcontratas, con contratos en prácticas, temporales o precarios, sustituyendo a trabajadores cuyas condiciones laborales han costado décadas lograr. El único objetivo de estas multinacionales es ampliar el margen de beneficios a costa de los trabajadores
Desde hace un tiempo se está cambiando la forma de lucha en las multinacionales de la informática. A medida que estas técnicas se estaban poniendo en marcha (como antes había sido en la industria) y el marco social estaba cambiando también se empezaron a cambiar las formas de lucha. El voto derivó hacia sindicatos “no amarillos” y comienzan las primeras huelgas en el sector.
Podemos hablar que el gran detonante del conflicto es Capgemmini, cuando se ven sometidos a un ERE constante. Este conflicto termina con una huelga general indefinida y la retirada de la empresa del artículo 41 y del ERE. Es la primera victoria del sector. En solo un año han venido otras luchas: AtoS, Alten, Sadiel, CGI, HP… provocando una cierta coordinación y solidaridad en el sector, cosa que nunca había ocurrido.
3 de junio 2013. Empieza una huelga indefinida en HP (Hewlett-Packard) a nivel estatal, una de las mayores empresas tecnológicas del mundo. ¿Razones? Se continúa con el despido de compañeros, imposición del artículo 41, diferencias opulentas, trabajadores precarios, reducción de 10% de los salarios, aumento de las horas anuales. Una auténtica tomadura de pelo para una empresa que el segundo trimestre del año ganó 27.600 millones de dólares.
Puyalón de Cuchas se solidariza con las trabajadoras afectadas ante la vulneración de sus derechos, tanto de la clase trabajadora aragonesa, como de otras las naciones del estado que están luchando en esta huelga indefinida (Catalunya, Andalucia, Castilla, Asturias) por unas condiciones dignas en el sector.
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