Este próximo 7 de Octubre se celebrarán en Venezuela elecciones presidenciales. Aunque se presentan en total seis candidaturas, es justo reconocer que existe una polarización excepcional entre dos de éstas: la del Presidente Hugo Rafael Chávez y la de Henrique Capriles.
Recientemente el filósofo mejicano Fernando Buen Abad manifestaba que ‘las próximas elecciones del 7-0 en Venezuela son el acontecimiento político electoral más importante para toda Suramérica e incluso para todo el Planeta.’ Que la afirmación es tajante, evidente; que no le falta ni un ápice de razón, cristalino.
El internacionalismo constituye un marchamo inexcusable de los independentistas aragoneses. Avanzando en este posicionamiento, el ser capaces de reconocernos en procesos que cultural, geográfica o políticamente, más o menos alejados de nosotros, se desarrollan en cualquier parte del mundo, forma parte del adn del pueblo trabajador aragonés. Y el ser capaces de aprender, para la lucha en nuestro pueblo, la entendemos como la primera forma de solidaridad.
Y vaya que el proceso revolucionario que está desarrollando el pueblo bolivariano venezolano, con el liderazgo del comandante Chávez, es una impresionante luz de esperanza, ética y dignidad.
Las presentes elecciones se desarrollan a 13 años de que el comandante Chávez llegase a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela a través del triunfo electoral en unas elecciones burguesas (1999); con un golpe de estado (2002), con un golpe petrolero (2003/2004).
Con todo y con eso, el pueblo bolivariano venezolano se presenta a estas elecciones con una constitución que instituye como poder básico al ‘PODER POPULAR’; con un desarrollo económico que, tal y como reconocen todos los organismos internacionales, ha rebajado de manera más que significativa la pobreza, los índices de paro, la desigualdad – índice GINI-, con analfabetismo cero, con seguridad social para todos los venezolanos y venezolanas, enrumbados hacia la soberanía alimentaria, con educación, a todos los niveles, para el conjunto del pueblo, con viviendas dignas como un derecho, con el reconocimiento del trabajo de las mujeres en el hogar, con un salario mínimo que se aumenta todos los años, con una Ley Orgánica del Trabajo, quizá la más avanzada del mundo en cuanto a derechos de los y las trabajadoras, con interrelación cívico-militar, con el reconocimiento y visualización de los pueblos indígenas, …
Pero hay más. Chávez ha jugado un papel determinante en la política internacional, tanto en Suramérica con su papel protagónico en la constitución del ALBA, UNASUR, CELAC; con su reciente entrada en MERCOSUR, así como por una política multilateral a nivel mundial.
Y todo esto fuera de los organismos del imperio, es decir fuera del FMI, del BM,…. Poniendo en entredicho a la vez el entramado institucional creado por el imperialismo: TLC, OEA, etc.
Chávez, y el pueblo bolivariano venezolano son independencia en lo nacional; socialismo en lo económico y social; solidaridad en lo internacional.
Capriles sólo es el representante directo de la oligarquía venezolana puesta al servicio del departamento de estado de los EEUU, y el que busca generar las condiciones de una intervención militar del imperio.
El proceso que está llevando a cabo el pueblo bolivariano, al que no dudamos en considerar como revolucionario, se basa en el reconocimiento de su historia, la voluntad de transformar el presente, y el deseo de perfilar un futuro mejor y supone un ejemplo espléndido para el conjunto de los pueblos trabajadores del planeta.
Puyalón de Cuchas, votamos por Chávez.
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