No se trata de un acto de asistencia, solidaridad y apoyo hacia el pueblo saharaui, que también lo es. Se trata lógicamente, de un acto de Justicia, una Justicia que lleva esperando desde 1975, como mínimo, aunque debemos echar la vista más bien a 1885, cuando las potencias europeas se repartieron vorazmente la tarta africana en su carrera colonial y capitalista.
El pueblo saharaui que vive en los territorios liberados por el Frente Polisario, se encuentra cercado por un muro de 2500 kilómetros de longitud, y por unos siete millones de minas antipersona que han sido colocadas por el Reino de Marruecos, violando con ello las Resoluciones internacionales y el mandato otorgado por el Consejo de Seguridad de la ONU a la MINURSO.
El trabajo de documentación gráfica que se presentó en Aragón, junto con el documental web “Provincia 53” es valioso porque nos brinda memoria histórica también, nos trae el doloroso silencio que se prestaron a pagar quienes pactaron la “Transición”. Se abandonó a su suerte al pueblo saharaui, pese a que pertenecían a un territorio incluido en la organización administrativa española, como la 53ª provincia. Por esto, es tan necesario que haya ojos sobre el terreno.
Abandono y olvido, frente a dignidad y justicia. Puyalón de Cuchas seguirá estando en la denuncia de las prácticas ilegales del ejército marroquí. Puyalón de Cuchas estará en la denuncia de las manipulaciones, orquestadas por el Ministerio español de Asuntos Exteriores divulgando falsas alertas sobre inseguridad terrorista en los campamentos saharauis.
Entalto lo Sahara Libre
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