El 24 de julio aparecían los últimos datos sobre las tasas de ocupación y paro en el Estado español. No es ninguna novedad que la tasa de paro en Aragón sea de las más bajas del Estado (17%), pudiendo decir que es una de las comunidades dónde más fácil resulta reducir, al ser una de las poblaciones con edad trabajadora más bajas de entre todas las comunidades.
La cuestión es muy preocupante al mirar los datos de población activa, puesto que sólo 540.800 personas estamos en la actualidad trabando en Aragón. Un dato preocupante, en proporción a las dimensiones de nuestro país, que refleja la cantidad de gente que continúa emigrando en Aragón. La décima comunidad en población activa, igualada con Baleares y Murcia, mientras que es la cuarta comunidad en superficie del Estado español y justo en la frontera con Europa (factor que habría de favorecer el asentamiento de gente). Si hiciéramos una comparativa con otros Estados de la Unión Europea de su tamaño veríamos la gran diferencia: Bélgica 30.528km2 (4.948.030pers.act), Países Bajos 41.543km2 (8.972.973pers.act), Dinamarca 43.000km2 (2.892.905pers.act), Lituania 65.303km2 (1.530.238pers.act), Croacia 56.542km2 (1.858.299pers.act), Eslovenia 20.253 km2 (1.018.743pers.act).
[caption id="attachment_5210" align="aligncenter" width="492"] Foto: AraInfo[/caption]Las causas de la histórica emigración de los/las aragoneses/las hacia países de nuestro alrededor podemos encontrarlas en muchos factores. Pero la falta de oportunidades en un trabajo de baja calidad y la histórica proporción servicios-salario-nivel de vida, ha sido la principal diferencia que ha marcado la emigración aragonesa.
La carencia de decisión en las políticas de empleo, de inversión en I+D, de infraestructuras,.. son un problema que arrastra Aragón desde la época de construcción del canal Imperial (hace siglos),.. pero esta falta de decisión en el empleo de los recursos más elementales para la condición humana es una carencia que nos asemeja también a los tiempos más feudales.
Mucho se está hablando últimamente sobre las prestaciones sociales en época de paro, los desahucios en Aragón al ser incapaces de asumir una hipoteca, las ayudas a la inserción, a la vertebración del mundo rural y sus servicios más básicos, una montón de necesidades imposibles de alcanzar con una mínima economía aragonesa generada por una de las poblaciones activas más bajas de Europa y unos impuestos generados por esta, que son privados por el Estado español.
Podemos conformarnos con unas infraestructuras envejecidas en el mundo rural y con estos resultados, mientras analizamos la aportación de la población activa en Aragón. Pero es que, para colmo, la sorpresa viene porque los datos de Aragón a la contribución “interregional” suele ser negativa. Una aportación a la llamada “solidaridad interregional” que es difícil de encontrar entre los datos del Ministerio de Hacienda, pero que por ejemplo después de un análisis de “Funcas” en 2004 nos decía que era la sexta comunidad que más aportaba a las arcas del Estado (casi 80 millones de euros) por volumen de contribución. Un análisis complicado, lleno de impuestos directos e indirectos, cotizaciones sociales, rentas públicas, prestaciones sociales, gasto corriente e inversiones. Pero con unas cifras que incluyen partidas de la Administración central, autonómica, local y de la Seguridad Social.
A día de hoy, y según los datos del Ministerio, solo podemos confirmar que la dotación del fondo de “compensación interterritorial” para Aragón continúa siendo nulo (2016).
Todo esto viene a reducir, todavía más, los ya difíciles presupuestos de la desvertebrada sanidad aragonesa.
No vamos a ponernos esta vez a dar lecciones de economía equitativa o de impuestos autonómicos, pero una noticia aparecida el 8 de agosto anunciaba la eliminación del “fondo de cohesión sanitaria” para atender pacientes en las diferentes “regiones”.
Según la noticia publicada por “el País”, comunidades como Valencia o Catalunya ya se estaban negando desde hace tiempos a la atención a desplazados por la alta asistencia de verano. Todos conocemos de las disputas en Catalunya por la asistencia a gente de la Franja o en La Rioja por la asistencia a vascos. No obstante desde el Ministerio de Sanidad se niegan a dar dados de estos gastos. Datos que sólo ayudarían a subir las críticas desde Catalunya.
Este “fondo de cohesión sanitario” no deja de ser otra medida, como los famosos “fondos de cohesión interterritorial”, para tapar los agujeros sanitarios en comunidades desvertebradas como Aragón, que tienen que acudir hacia a comunidades vecinas a recibir tratamientos (Navarra, Catalunya, Valencia,…) ante la imposibilidad de llegar a todo el territorio. Ahora estos gastos tendrán que ser asumidos por comunidades, como Aragón, y no por el Estado. En un más que reducido presupuesto generado por los mínimos impuestos autonómicos.
A Aragón, noticias como esta no vienen que a enterrar sus pocas posibilidades de soberanía. Mientras vemos las dificultades para poder mantener una red digna de sanidad en el mundo rural, y al ver los obstáculos por construir nuevas infraestructuras como el hospital de Alcañiz. Por no hablar de a falta de medios en hospitales como el de Calatayud, Barbastro o Teruel.
¿Qué fondo de solidaridad va a pagar los viajes de los/las aragoneses/las a Zaragoza? ¿Qué fondo de solidaridad va a pagar ahora las consultas y tratamientos de los/las aragoneses/las en Navarra, Catalunya o Valencia? Sanidad digna Sí, soberanía también!
Chuserra Barrios
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