Desde Puyalón de Cuchas exigimos de nuevo la dimisión del Presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Xavier de Pedro, ante su desastrosa gestión de la avenida extraordinaria del Ebro. Si ya hemos realizado esta petición, con motivo de que durante su mandato se han agudizado conflictos hidráulicos como Yesa, Biscarrués, Mularroya, además de que han aparecido otros como el Bergantes, consideramos que, a De Pedro le ha faltado capacidad para tomar decisiones que, en el marco de una política de ordenación del territorio, hubieran favorecido el que se asuman las crecidas del río como un fenómeno natural con el que es necesario convivir.
En momentos como éstos queda en especial en evidencia la insuficiente aplicación en la Cuenca del Ebro de la Directiva Europea de Inundaciones, y de la Directiva Marco del Agua. No se han puesto en marcha medidas como la recuperación de las llanuras de inundación o la delimitación de las zonas inundables, el impedir que se construya en zonas donde el río se expande de forma natural, y la progresiva recuperación de los bosques de ribera. Desde Puyalón rechazamos las intenciones de la administración española y del Gobierno aragonés de llevar a cabo un dragado masivo en el río, que, en ningún caso se puede considerar una solución real para paliar los efectos de las avenidas, tal y como han señalado estos días desde Ecologistas en Acción Aragón.
Puyalón se solidariza con los pueblos afectados, dado que esta mala gestión de años ha producido en ellos daños que podrían haberse evitado, además de sufrir durante estos días la descoordinación manifiesta entre CHE y Gobierno de Aragón, y de no haber recibido la información suficiente de la magnitud de la avenida para poder afrontar mejor esta situación.
Lamentablemente, en otros territorios se han levantado voces de agentes políticos, sociales y económicos, realizando un discurso demagógico, reclamando que estos caudales del Ebro deberían ser aprovechados para un gran trasvase del Ebro. Estas voces representan lo peor del capitalismo salvaje, que han formado parte de la burbuja inmobiliaria, y de la especulación como forma de desarrollo para unos pocos frente a los intereses de las clases populares, y con unas políticas que arrasan con el medio ambiente y su propio territorio. Entendemos que los trasvases son política hidráulica del pasado, pensada y ejecutada exclusivamente para satisfacer estos intereses oligopólicos, y realizamos un llamamiento a los agentes políticos y sociales aragoneses a rechazar con contundencia estas expresiones.
Puyalón de Cuchas
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