El último mes de enero, con motivo de la celebración en Madrid de FITUR, conocíamos los datos turísticos de pernoctaciones en 2013 en el Estado español. La escasa ocupación hotelera de Aragón ha sido en 2013 la más baja, después de Castilla-La Mancha, y este año lideraba la bajada en esta dirección con un 2,12% frente al 0,48% de España. Los datos vienen acompañados de una triste realidad para nuestro “cosmopolita” país: de todas las visitas, 1.600.000 eran de turistas estatales y solo 400.000 eran de turistas de fuera del Estado.
Alrededor junio de 2013, sin embargo, la directora general de Turismo en Aragón, Elena Allué (PAR) había decidido seguir con la misma línea que ha llevado a Aragón en esta última mitad de siglo a tener una de las imágenes menos atractivas del sur de Europa. La “original” propuesta era el Instituto Cervantes, al igual que otras comunidades como Extremadura (esta última con denuncia por 2.500 vuelos gratis para altos cargos en su contrato de promoción turística), y otra vez sería vender el “español” (la “lengua” esta vez) como atractivo turístico. La presentación de tal novedad le llevaría a Bruselas.
Las cifras del “Instituto Cervantes” (organismo encargado de la promoción y expansión del “español”), a diferencia de las malintencionadas cifras de “pinganillos”, sueldos ficitos de académicos del aragonés y catalán, o traductores,.. son faraónicas. Cifras provenientes de los recortados y derivados presupuestos aragoneses, que bien serviría para vender una mejor y más atractiva imagen turística.
Llama la atención, sin embargo, que ciudades poco sospechosas de sacar beneficio de los presupuestos del Instituto Cervantes y vender su atractivo turístico para el “español”, como Barcelona o Bilbao. Son las ciudades que lideran las subidas en número de pernoctaciones y turismo. En el caso de Barcelona, recibió en 2013 aprox. un millón más de visitantes que la ciudad de Madrid. Entre sus principales atractivos, su multilingüismo, su tolerancia hacia cualquier tendencia sexual, política, musical y el respeto a la multiculturalidad.
El olvido de la cultura propia es la peor de las imágenes que se pueden proyectar como pueblo, la poca estima hacia la riqueza multicultural es otra.
La riqueza cultural de tener dos lenguas como catalán con 10 millones de hablantes en el mundo, y la lengua aragonesa, patrimonial en los mejores paisajes naturales de Aragón. No tendría que estar nunca oculta ni rechazada por los servicios turísticos.
Os ponemos las imágenes de la presentación de Elena Allué en Bruselas y un poco de historia de su paso por el ayuntamiento de Zaragoza. En ellas aparecen las risas a la vez que una ciudadana intervenía en aragonés para criticar la supresión del festival en favor de los derechos de esta lengua y la cultura.
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