Los capitalistas, banqueros, empresarios, y sus políticos a sueldo, son expertos en el arte del engaño. Juegan con las palabras y su significado, retorciéndolas hasta conseguir sus objetivos usureros y antisociales. Nunca en su historia Aragón ha generado tanta riqueza como en la actualidad, y nunca está riqueza se ha acumulado en tan pocas manos. Es la última fase conocida del expolio capitalista a las clases populares. En los últimos años la sociedad aragonesa asiste primero atónita y luego indignada, al mayor robo de nuestra historia. Los bancos y sus políticos del régimen colonialista español están esquilmando las rentas de las clases populares aragonesas. Nos rebajan el importe de la pensión o del salario, para seguir obteniendo beneficios. Recortan nuestros derechos básicos en sanidad, educación, cultura, ciencia o derechos políticos y civiles, mientras aumentan los privilegios sociales, económicos y judiciales de los poderosos. Nos suben los impuestos, el IRPF, el IVA, los impuestos indirectos, la luz, el agua, debemos pagar varias veces por la prestación de los mismos servicios públicos, los políticos legislan contra sus sociedades, leyes como las reformas (recortes de derechos) laborales, fiscalidad a la carta para los ricos, leyes de aculturización o normas medioambientales que son papel mojado, y todo con un solo objetivo: mantener el sistema capitalista, que la casta dirigente salga reforzada de la gran estafa financiera.
El capitalismo español, el agente local del capitalismo global que opera en Aragón, está expoliando nuestra riqueza natural, nuestros paisajes, nuestros ríos, el esfuerzo de nuestro trabajo diario (el de quienes todavía mantenemos un empleo), nada parece detener el insaciable, devorador y antihumano “sistema democrático globalizado”. Desde Puyalón entendemos que sólo la unidad de acción anticapitalista de las clases populares aragonesas (coordinada con la clase trabajadora europea) reúne fuerzas suficientes para hacer frente a este atraco de los poderosos a la sociedad real. Nos tienen sometidos bajo control mediático por el miedo. El terror a perder nuestro empleo, pánico a la pobreza, al desahucio, a la inseguridad vital, a cambio de un empleo nos esclavizan de por vida con sus hipotecas, regulan cada parcela de nuestras vidas mientras “desregulan” las normas de actuación de bancos, financieras, mercados y multinacionales.
No vivimos una crisis, sufrimos un gran robo organizado por las élites capitalistas cuyo objetivo es someter y esclavizar a la clase trabajadora europea. En la unidad de la clase trabajadora reside nuestra fuerza para detener este robo, para encarcelar a los responsables de este desfalco. La salida de esta crisis comenzará cuando los capitalistas sean juzgados y encarcelados por sus crímenes económicos. Desde Puyalón animamos a combatir al terrorismo capitalista con todas nuestras fuerzas, con todas nuestras herramientas. Una Aragón económicamente igualitaria, medioambientalmente sostenible, socialmente justa, culturalmente emancipatoria o políticamente soberana sólo será posible desmontando las estructuras de la barbarie capitalista.
Cada año más de 50.000 millones de euros son robados de las arcas públicas mediante el fraude fiscal y/o las rebajas de impuestos para los ricos. El neoliberalismo (PP) o la socialdemocracia (PSOE) son dos caras de la misma moneda: el capitalismo político. Ni el Ministerio de Defensa, ni los cuerpos policiales, ni los medios de comunicación afines al Régimen, ni las organizaciones empresariales sufren recortes en sus presupuestos. El Estado español le roba cada año a los aragoneses más de 3.000 millones de euros en mermas tributarias, déficit de servicios públicos o falta de inversiones.
El neoliberalismo (PP, PAR) es el enemigo político de la clase trabajadora, y su indisoluble aliada, la socialdemocracia (PSOE, CHA, IU, UGT, CCOO) es la herramienta necesaria para mantener esclavizada a la sociedad en su conjunto.
La estrategia del miedo es el arma más eficaz del terrorismo capitalista. Nos abruman con el pensamiento único neoliberal, mientras silencian o reprimen las voces que defienden las vías sensatas de organizar nuestras vidas.
El Estado español detiene y encarcela activistas sociales y políticos por todo su territorio mientras indulta a banqueros y terroristas financieros.
La unidad de la clase trabajadora aragonesa (y su coordinación europea) es nuestra mejor herramienta para combatir al terrorismo capitalista.
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