A lo largo de la última semana, han ido llegando a distintas compañeras las denuncias presentadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en las que se les acusa de haber promovido “desórdenes graves” en el transcurso del “acto militar”, que tuvo lugar con motivo de la izada de la bandera extranjera española en la plaza de Aragón el pasado 5 de octubre.
Desde el Bloque Independentista de Cuchas, en cuyas organizaciones militan alguno de los denunciados, deseamos poner de manifiesto una serie de consideraciones al respecto. En primer lugar, no fue como se dice, un acto militar. Fue un acto programado dentro de las Fiestas del Pilar de Zaragoza, civiles hasta donde sabemos, en el que el Ayuntamiento entregó un espacio al ejército para que representara la militarización de la sociedad a la que aspiran las élites políticas aragonesas y del estado. No es distinto, en ese sentido, a los programas de reclutamiento que asaltan las calles y las pantallas o a la convalidación de estudios universitarios a los militares.
Por otra parte, constituye una evidente manipulación tildar de “desorden grave” al legítimo derecho a la libertad de expresión del que espontáneamente hicieron uso los denunciados y otras decenas de personas, cuando, además, en ningún momento se impidió el acceso a la zona, ni se interrumpió el acto. Bien al contrario, quienes protestaron no hicieron más que poner de manifiesto su rechazo a la izada de la bandera española y los valores militaristas que ésta representa. Esto, que en cualquier sociedad de nuestro entorno sería visto como una simple muestra de libertad de expresión, se ve y se trata por el Gobierno español y sus delegaciones como un hecho en si mismo condenable.
Es además contradictorio que, según figura en la denuncia recibida por las compañeras, sea el Delegado del Gobierno español, Javier Fernández en Aragón quien haya de resolver estas denuncias, siendo el mismo parte de ese ejército español, colono y extranjero. Conceptos como separación de poderes resultan pues extraños a la práctica represiva que ejerce el Delegado. No es nada extraño, en cualquier caso, puesto que estas últimas sanciones se inscriben en las ringleras que el sr. Fernández ha venido escribiendo desde su acceso al cargo, y ya son decenas las multas que desde la sede del virreinato en la Plaza del Pilar se han expedido a los movimientos sociales de Zaragoza de todo tipo. Todo ello envuelto en una sospechosa complacencia con actos fascistas, como los que se vienen sucediendo en nuestra ciudad y su entorno con motivo del 20-N.
Por todo lo anterior, desde el Bloque Independentista de Cuchas queremos hacer público nuestro rechazo a la criminalización y acoso de los movimientos sociales zaragozanos y aragoneses, nuestra oposición a las denuncias presentadas por la Subdelegación del Gobierno en Zaragoza contra las compañeras independentistas y nuestra defensa a ultranza de la libertad de expresión; y, sobre todo, deseamos hacer una llamada a la solidaridad con las compañeras represaliadas.
Bloque Independentista de Cuchas
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