La reciente modificación de ley de lenguas, realizada por PP y PAR, en la que se cambia por completo la redacción anterior, después de años de espera y debate, es el reflejo de unos políticos con nulos conocimientos en los temas que deben gestionar, se creen con derecho de saltarse la opinión de los expertos y tienen un ansia de politización de cualquier área de nuestras vidas que se propongan.
Desde Puyalón de Cuchas queremos volver a insistir en la irresponsabilidad de eliminar la lengua aragonesa y catalana de cualquier estamento público: enseñanza, administración o comunicación. Un patrimonio al borde de la desaparición que no se puede permitir la derogación de la primera ley que iba a protegerlo. También insistir, de nuevo, en la falta de criterio de este gobierno. Siempre acompañado de su séquito de medios de comunicación y “artistas”, que se dicen defensores de la cultura, pero que serían desacreditados en cualquier evento de esta índole.
La denominación de aragonés de “áreas pirenaica y subpirenaica” y aragonés “meridional” o “septentrional” son unos términos totalmente inventados, sin ninguna tradición ni aceptación por la población, y creado por un estamento que no tiene la facultad para hacerlo, ni la capacidad.
Otro de los elementos novedosos, aparecidos en la Ley, será la eliminación del Consejo Superior de lenguas, creado en la legislatura pasada con pleno consenso y voluntarismo. Sin embargo se creará una nueva Academia Aragonesa de la Lengua, llena de políticos a sueldo (5 miembros DGA+5 Cortes), constituyendo otro golpe de estado a la democracia, esta vez también en la Cultura.
La aceptación, protección y normalización del catalán y el aragonés es un hecho indiscutible para Puyalón, pero también para toda la comunidad científica.
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