En la actualidad la mayoría de los municipios aragoneses se encuentran con graves problemas de financiación, acrecentados por las restricciones presupuestarias que impone Montoro y que obedecen a las exigencias de la troika. Por este motivo, los llamados planes provinciales que cada año convocaba la DPZ suponía una importante fuente de financiación y desahogo para poder llevar a cabo obras, actividades y dar servicio a la ciudadanía de los pueblos.
Durante el presente mandato se han conseguido varios objetivos para mejorar esta forma de financiación:
Unificar la mayor parte de los planes en una única convocatoria: el denominado Plan PLUS, para simplificar los trámites en los municipios.
Introducir únicamente criterios objetivos para la distribución de las ayudas y subvenciones (especialmente el número de habitantes), haciendo desaparecer criterios discrecionales.
Hacer desaparecer o reducir ostensiblemente las ayudas que se adjudicaban a dedo (ayudas de Presidencia) de las que se abusó en otras corporaciones y que redundaban en el aumento del clientelismo político.
Queda mucho por hacer, si bien a través del grupo En Común se ha trabajado en la línea de que la DPZ sea una institución más transparente y trabaje única y exclusivamente para ayudar al desarrollo de los municipios.
Mientras existan las diputaciones provinciales, como instituciones públicas que son y administradoras de fondos públicos, resulta necesario que su gestión sea lo más transparente y equitativa posible. Con ese cometido se trabaja desde el Grupo En Común, controlando la acción de gobierno de la institución, que preside José Antonio Sánchez Quero (PSOE).
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