No existe soberanía plena sin igualdad real. El capitalismo ha agudizado las brechas existentes entre hombres y mujeres: salariales, de cuidados, en los contratos. Al final, se trata de cargar las soluciones sobre el colectivo más reprimido, el más precario. El capitalismo es patriarcado, por eso Puyalón de Cuchas trabaja para crear las condiciones favorables que permitan superar un sistema en el que la opresión de género, clase y pueblo es la cara de la misma moneda.
A nivel mundial, la situación de la mujer está empeorando a pasos agigantados. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. La despenalización de la violencia de género en Rusia. Los feminicidios y violaciones en todo el mundo. No hay nada más temido por un Estado que una mujer que se sabe libre y hace uso de esa libertad para luchar contra todo aquello que no la respeta.
Seguimos defendiendo la importancia de la reafirmación del sujeto feminista de clase, de liberación nacional y social, pues es clave para entender que la alianza entre las mujeres de clase trabajadora asalariadas y no asalariadas (trabajo de cuidados) supone una palanca para revertir el sistema actual. De igual forma, el sujeto nacional cobra fuerza para visibilizar a las mujeres del ámbito rural, que tienen también que sufrir las desigualdades territoriales en cuestiones básicas (sanidad, educación, empleo, servicios sociales, cultura). La soberanía plena no se entiende sin esta asimetría, que en el caso de las mujeres aragonesas se muestra de forma totalmente colonizadora.
Por todo ello, llamamos a toda la sociedad a la movilización y la desobediencia feminista, a seguir defendiendo la igualdad y la justicia social, a parar el 8 de marzo. A transformar para destruir todo lo que nos oprime.
#NusatrasAturamos #NosotrasParamos #NosaltresVamAturar ]]>