Vamos a ir a Madrid. Vamos a ir contra esta España triste y que nos vacía.
Vamos a ser la voz del Aragón rebelde, de las trabajadoras, de los estudiantes, de las clases populares…, vamos a construir desde una base territorial y antifascista. Y lo haremos trabajando hombro con hombro con otras fuerzas rupturistas, soberanistas y republicanas. Por supuesto, con las más cercanas, con las que compartimos la mayor parte de los opresores. Pero una de las razones de querer estar en Madrid es poder hacer frente común, lucha unitaria y visiones compartidas con otras fuerzas de características sociopolíticas similares radicadas en el resto del Estado (asturianas, canarias, catalanas y vascas). Y junto a ellas alzar la voz y el puño en contra de la España oscura, patriarcal, de la imposición, de los recortes y el IBEX 35. En contra de las que niegan nuestra libertad individual y colectiva.
En
Aragón siempre llueve sobre suelo mojado. Mientras seguimos
sufriendo la crisis económica, con recortes y políticas de
austeridad, la desvertebración vía despoblación desangra nuestro
paisaje humano. Nuestros pueblos mueren sin escuela, médico y
otros servicios. Nuestros montes sufren la desertificación más
atroz. Nuestra juventud nutre las filas del paro, de la emigración,
de la sitiada educación pública, de la desesperación de toda una
generación cuyo futuro está ya hipotecado.
Nuestro
país padece, en una escala similar a la de los pueblos que nos
rodean, un insoportable número de desahucios, situaciones de
precariedad, incontables ataques a nuestro medio ambiente, corrupción
sistémica y un más que preocupante auge del neofascismo. Todo ello
como consecuencia de esta etapa del capitalismo postcrisis.
Pero
decíamos que es lluvia cayendo sobre mojado. Y no lo decimos en
balde. En estas tierras conocemos de sobra el desprecio de los
poderosos, en su carrera por acumular poder y dinero. El precio de
sus victorias, de sus beneficios, de su gloria, lo paga el pueblo. Y
es un precio que no podemos pagar, es un precio que se paga con la
miseria, la servidumbre, el hambre y la ignorancia. A lo largo de los
siglos, las gentes de Aragón han sido olvidadas, humilladas y
condenadas a la emigración.
Asesinaron
a nuestro Chusticia, nos quemaron en las hogueras inquisitoriales,
nos aplicaron los Decretos de Nueva Planta, prohibieron nuestro
idioma, y nos han vendido y comprado de mil maneras. Una vez, incluso
les hizo falta una guerra genocida para intentar acallar nuestra voz.
En esa guerra decenas de miles de hombres y mujeres trabajadoras,
socialistas, anarquistas, comunistas o simplemente diferentes, fueron
aniquiladas y su memoria fue proscrita (ahí están las fosas comunes
para recordarlo). Las más valiosas experiencias de colectivización
surgidas en Europa se dieron en nuestro país. También surgió el
primer intento serio de un modelo de gobierno aragonés, soberano y
popular. Ambas fueron borradas. Una, por las consecuencias del
conflicto iniciado por los padres ideológicos del actual Gobierno
español. Las otras, por un modelo que supeditaba oscuros intereses
geoestratégicos a las necesidades de un Aragón insurgente. Y, tras
la guerra, el hambre con la mansedumbre que genera. El dramático
fenómeno de la despoblación con el abandono de los pueblos y la
emigración masiva como mano de obra barata, que imposibilitan la
dignidad y la soberanía, no fue otra cosa que el fruto podrido y
pretendido de las políticas de hambre y exterminio. Y, tras la
miseria formal, la mascarada que asegura la continuidad de la
miseria. Un baile de disfraces con cargo al mismo pueblo que ya
estaba agotado, pero que entregó lucha, esfuerzo, ilusiones y sangre
por sacudirse el yugo de quienes llevaban años, décadas, siglos,
aprovechando su miseria.
La
generación que entregó ese esfuerzo tiene mucho que ver con la
actual. Ambas han aprendido que estar en la calle, exigir lo justo
y luchar por su derecho a decidir su futuro, no es sólo voluntad
sino también una obligación. Ambas inundan avenidas de cánticos y
banderas. Las dos tienen que luchar con todo un aparataje cultural
que justifica, aplaude y alienta la explotación del ser humano por
otro ser humano y de un pueblo por otro, que castiga a quien se
rebela.
Pero
no vamos a dejar que esta generación sufra lo que nuestros padres y
madres sufrieron. En el baile de máscaras del que hablamos, los
fascistas de siempre se volvieron demócratas de toda la vida. Los
radicales se tornaron moderados y los mismos caciques siguieron
repartiéndose nuestra tierra y nuestro futuro, con el consentimiento
de sucesivos gobiernos.
Puyalón-Agora
Republicas quiere que Aragón decida. Queremos decidir una política económica al servicio de las clases
populares. Queremos decidir si las empresas estratégicas
–energéticas, ferroviarias, telecomunicaciones y agua como
ejemplo- vuelven a ser propiedad de todas. Puyalón de Cuchas quiere
que entre todos decidamos defender nuestro medio, nuestras lenguas y
nuestra identidad y personalidad con uñas y dientes. Así como
defenderemos el derecho de las mujeres a decidir.
La
unión es la clave de la fuerza. Que son los pueblos luchando al
unísono los que van a derrotar a esa bestia que devora personas,
tierra y pueblos. Porque aprendemos y nos enriquecemos del contacto
con otros pueblos. Y creemos que es mejor ser buenos vecinos que
malos súbditos, el futuro de aragoneses y aragonesas no debe
construirse desde Madrid. Hemos decidido emanciparnos como pueblo,
como clase, y nada de lo que hagan va a detenernos.
Nuestra
candidatura sabe que la democracia no es sólo ir votar cada cierto
tiempo. Creemos firmemente que la participación activa, la
implicación decidida y la toma de decisiones colectivas son parte
fundamental de la democracia. Por ello, nuestro Programa, no es
nunca un rígido manual, sino la voluntad viva y dinámica de los
sectores más conscientes del pueblo trabajador aragonés. Cooperar
con otras fuerzas aliadas, la voz rebelde y aragonesista en Madrid.
La
candidatura Puyalón-Agora Republicas recoge
una serie de medidas que consideramos de especial urgencia e interés,
centradas en gestionar las diversas soberanías:
1. SOBERANÍA
TERRITORIAL: vertebrar y tejer alternativas socioeconómicas
- Paralización
inmediata de las obras de los pantanos de Yesa, Bergantes, Mularroya
y Biscarrues. Control estricto sobre los usos hidráulicos. Rechazo
absoluto a planes de cuenca que incluyan trasvases o planteamientos
similares.
- Regular
los proyectos de fracking, de manera que se excluya del territorio
aragonés esta tecnología que amenaza gravemente el país.
- Facilitar
la producción de energías renovables y no contaminantes.
- Poder
para vertebrar y frenar la especulación (detener los procesos de
urbanización de suelo rústico, inversión en reforestación y
reintroducción de fauna autóctona).
- Desinversión
en alta velocidad y otros grandes proyectos ecocidas. Reapertura del
Canfranc y corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo. Creación
de una red pública aragonesa de ferrocarriles que vertebre el
territorio e iguale oportunidades.
- Fomento
decidido de la agricultura y la ganadería tradicional, cooperativa,
sostenible y racional, que incida por un trato ético a los
animales, desechando todas las formas de sufrimiento superfluo.
- Apertura
de vías hacia la soberanía alimentaria y energética. Las bases de
la producción del sector primario se establecen actualmente
aplicando políticas neoliberales al servicio de las
multinacionales. La soberanía alimentaria supone un mayor cuidado
por el medio ambiente y de la salud.
2. SOBERANÍA SOCIAL: derechos y
cuidados para todas
- Son
las administraciones públicas las responsables de la vida, la salud
y la igualdad de derechos entre los ciudadanos de Aragón. Son ellas
las que deben asumir todo el tejido en materia de educación,
sanidad, protección social, diversidad funcional y dependencia. Los
poderes locales parecen preferir mantener sus redes clientelares a
asegurar servicios tan básicos, así que es el parlamento europeo
el que debe caminar en esa dirección.
- Papeles
y Derechos para todas las personas. Es aragonesa quien vive, trabaja
en Aragón o, simplemente, se siente aragonesa.
- Derecho
a Decidir sobre el propio cuerpo: muerte digna, derechos
reproductivos y de género.
- El
nuevo modelo social y económico que defendemos incorpora el
feminismo y la perspectiva de género en todos sus aspectos.
- Establecimiento
de un sistema de garantía vital: derecho a la vivienda,
paralización de desahucios, servicios públicos y sociales
universales (educación, sanidad, dependencia…), con especial
atención a los grupos más agredidos por la precarización social:
mujeres, migrantes, diversidad funcional, medio rural.
- Políticas
que promuevan la denuncia de agresiones y discriminaciones hacia el
colectivo LGTBI. Inclusión de la realidad LGTBI de manera
transversal.
- Los
sectores estratégicos de la economía deben estar en manos públicas
y sujetos a control democrático.
- Creación
de una banca pública aragonesa.
- La
clase trabajadora aragonesa está sufriendo las consecuencias de la
crisis provocada por el neoliberalismo. Para hacer frente a esta
situación es necesario que se cree el Marco Aragonés de Relaciones
Laborales. Debe ser una prioridad para la clase trabajadora
aragonesa y sus sindicatos de clase. Es una herramienta clave de las
trabajadoras aragonesas para frenar las políticas neoliberales
establecidas en el Estado español y orquestadas por las grandes
oligarquías económicas y financieras. Derogar la reforma laboral.
- Proponemos
políticas activas de empleo. Impulso del sector público como
máximo generador de empleo, estable y de calidad. Es necesario que
se pongan en marcha también medidas de reparto adecuado del trabajo
y homogeneización de los salarios.
- Impulso
de las cooperativas y empresas de economía social y solidaria, que
complementen la acción pública para la creación de empleo y
cimienten las bases de unas nuevas relaciones económicas y
laborales.
- Prohibición
de los cortes de fluido eléctrico en primeros domicilios por
motivos de impago justificado (paro, bajos ingresos, etc). No es
tolerable regalar electricidad a nuestros vecinos y cortar la misma
a quien no puede pagarla en nuestro país.
- Implantación
de una renta social básica, equivalente al salario mínimo
interprofesional, como un primer paso en el camino hacia una renta
básica universal. Esta medida, contando con las peculiaridades de
cada pueblo, debe ser prioritaria para un Parlamento español que se
dice democrático.
- Red
wifi universal y establecimiento de iguales coberturas en el medio
rural para reducir la brecha digital.
3.
SOBERANÍA POLÍTICA: derecho a decidir como pueblo soberano
- Derecho
a decidir como derecho democrático básico. Creación de canales
adecuados que permitan a los pueblos decidir su nivel de vinculación
o desvinculación con el Estado español.
- Impulsar
un proceso constituyente estatal de una alianza de pueblos
soberanos, que garantice la cooperación y bienestar de las
personas. Sin imposiciones de las élites ni el gran capital.
- Eliminar
las diputaciones provinciales.
- Devolución
inmediata de todo el patrimonio robado y expoliado por los
diferentes gobiernos españoles.
- Oficialidad
del aragonés y catalán respecto al castellano, e impulso de
aquellas como lenguas vehiculares en todos los ámbitos públicos.
- Reclamar
el pago de la deuda histórica del Estado con Aragón.
- Implantación
estricta de criterios laicos: fiestas, calendario, eventos,
financiación.
- Auditoría
de la deuda y el impago de toda aquella que tenga un origen ilícito.
Derogación inmediata del artículo 135 de la CE que alude a la
estabilidad presupuestaria.
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