PUYALÓN DENUNCIA LA DESIDIA GLOBAL SOBRE EL PATRIMONIO RURAL ARAGONÉS.
Desde el pasado otoño, el grupo de patrimonio de Puyalón de Cuchas está trabajando en la investigación, difusión y denuncia del patrimonio aragonés que ha sido expoliado, olvidado o está en peligro. Uno de los objetivos estratégicos de Puyalón es generar debate sobre la memoria histórica y la identidad cultural del pueblo aragonés. Por ello, en el pasado mes de agosto, ya alertamos sobre el derribo de la ermita de Los Palacios, un ataque al patrimonio perpetrado por la CHE, que además se ha llevado por delante yacimientos arqueológicos y otros elementos eco-paisajísticos del entorno de Mularroya. Durante estos meses, hemos denunciado diversos elementos en forma de fichas:
- Patrimonio expoliado como el retablo de la Virgen de Tobed (Comunidat de Calatayub), troceado y vendido a particulares, se encuentra absolutamente descontextualizado en el Museo del Prado; la tabla central de la iglesia de Santo Domingo de Silos (de Daroca), incautada para el gobierno central; el báculo del Papa Luna (Aranda), “enajenado” por traficantes hasta que aparece en el Museo Arqueológico de Madrid; el frontal románico de Berbegal-en el Museo de Lleida-, una de las famosas piezas del litigio… ; o la portada románica de la iglesia de El Tormillo (Somontano de Balbastro), expoliada por el obispo de Lleida para ser colocada en una iglesia de esta ciudad.
- El patrimonio amenazado, por la desidia del gobierno aragonés, como la torre mudéjar de Villanueva de Jalón (en Valdexalón), con filtraciones de aguas, a pesar de celebrarse en 2016 el “hipócrita” 30 aniversario de la declaración del mudéjar aragonés como Patrimonio de la Humanidad. La historia de destrucción de patrimonio es larga y penosa, rescatamos el monasterio de San Pedro Mártir (Calatayub), una joya mudéjar que fue derribada para la ampliación de la carretera de Madrid. También hemos denunciado la situación de la Torre Piquer, en Berge (Bajo Aragón), en riesgo de derrumbe ante la negligencia del ayuntamiento de la localidad.
- Patrimonio inmaterial, que los aragoneses deben reconocer como propio y genuino, como la Contradanza de Cetina o la Máscara de Ateca (ambas en la Comunidat de Calatayub) son dos ejemplos que se han de proteger, promoviendo y enseñando a los niños sus características, y cuidando su continuidad.
Finalmente, denunciamos la desidia a todos los niveles, municipal, provincial y nacional, ya que según el Departamento de Patrimonio de la DGA “lo que no está catalogado no existe”, cargando las responsabilidades, en pleno siglo XXI a la gente o a las asociaciones culturales. Los casos gravísimos de la Cueva de Chaves o la factoria Averly demuestran que todos los frentes están abiertos, y que sólo con mirar a los Bienes de la Franja no se resuelve el goteo constante de pérdida de patrimonio, tal y como se demuestra con la situación actual de la iglesia románica de Larrosa (La Jacetania), que ha salido a la opinión pública hace pocos días.
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