El frontal de altar de Berbegal es uno de los pocos ejemplares que existen del llamado ‘arte del 1200’. Estas son piezas de una calidad excepcional. Tienen influencias del mundo clásico y del mundo bizantino y se les denomina el ‘canto del cisne del románico’ ya que son sus últimas producciones. En estos momentos se encuentra en el Museu de Lleida en situación de depósito. La administración catalana se niega a devolver la obra a su legítimo dueño, el pueblo de Berbegal.
Se trata de un frontal de altar de 99 x 251 cm. realizado en madera tallada y policromada. Su función era la de decorar la parte delantera del altar
La influencia bizantina ha llevado a relacionar esta obra con las pinturas murales de la sala capitular del Monasterio de Sijena, realizadas en torno a 1200 por un taller de artistas ingleses itinerantes, ligados al mundo de la miniatura e influidos por el arte orientalizante del reino normando de Sicilia. Todas estas razones inclinan a la mayoría de los estudiosos a datar esta obra a comienzos del siglo XIII.
El frontal de altar de El Salvador fue sacado de la iglesia parroquial (antigua colegiata) de Santa María La Mayor de Berbegal en 1903 a instancias del obispo de Lleida, D. José Meseguer Costa. A principios de septiembre de 1903, apenas unos días después de la muerte del anterior párroco, ya estaba en el Museo del Seminario. La correspondencia que se ha podido consultar en el Archivo Diocesano de Lleida revela que Meseguer, nada más tener noticia del fallecimiento del cura, envió a un presbítero a Berbegal con instrucciones expresas para hacerse cargo de la parroquia y este se apresuró a entregar el frontal —que estaba bajo llave— al párroco de El Tormillo, quien lo remitiría rápidamente a Lleida.
En estos momentos, tras sentencia judicial firme que avala la propiedad del frontal por parte de la parroquia de Berbegal, la obra sigue en el Museu de Lleida. Las autoridades catalanas deben devolver sin más dilación la obra a su legítimo dueño, el pueblo de Berbegal.
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