Desde Puyalón de Cuchas observamos que la negligencia histórica de la socialdemocracia española en las útimas décadas sólo nos ha llevado al convencimiento de que la lucha de clases está siendo sustituida por un oligopolio social de las clases adineradas. En educación el planteamiento es claro y visible, la semana pasada se desarrolló un debate en las Cortes de Aragón sobre la financiación de los colegios concertados. En este sentido, los centros educativos sostenidos con fondos públicos (escuela concertada) deberían tener unos estándares de control y gestión iguales a la red de los centros educativos públicos, por eso el vigilar el pago de cuotas económicas a las familias es una prioridad dentro de este marco de regulación. Aparte de vulnerar cuestiones de igualdad y equidad social, nos encontramos con un poder imprevisto, que es el de las familias que pagan esas cuotas, ya que permiten la reproducción social de determinados valores en estas empresas privadas. Mientras tanto, cierran aulas en la escuela pública a pesar de tener demanda, o se financia a la Iglesia de forma evidente, con el consentimiento del gobierno PSOE-CHA. Debemos ser claros y eliminar los guettos, tanto por arriba como por abajo: la LOMCE y la desregularización de la educación solo tiene un objetivo, el mantenimiento de cierto estatus sobre generaciones de alumnos, seleccionando perfiles socioeconómicos e ideológicos. Es una premisa básica del neoliberalismo. Puyalón no va a entrar en debates que competen al profesorado, sindicatos y redes pedagógicas, pero como organización que defiende la enseñanza pública, libre, de calidad, y científica, abogamos por la supresión directa de los conciertos educativos, entendiendo esto con una planificación razonable para no generar problemas entre los agentes afectados, en ese sentido se puede apostar por implementar medidas que permitan ir creando una red pública que no genere problemas entre los sectores afectados (sobre todo entre el profesorado de las escuelas concertadas). El resto de cuestiones es perder una batalla más, una de las más cruciales en las sociedades contemporáneas: el control de la educación.]]>