Lo que pasa en Aragón se decide en Aragón, simplemente eso, pero todo eso.
Hace ya unos meses que el presidente de CHA, José Luis Soro, publicó un artículo en Heraldo de Aragón titulado “La vía aragonesa”. En dicho artículo hablaba sobre el imaginario colectivo de los aragoneses y aragonesas, del proceso de lucha por la consecución de autonomía política para Aragón y de aquella movilización masiva del 23 de Abril, allá por 1978, en la que las calles de Zaragoza se llenaron de cuatribarradas dejando claras las exigencias de este Pueblo.
Concretamente fue el 14 de septiembre de 2013, fecha desde la que su partido, poco ha avanzado en esta articulación de una “vía aragonesa” que agrupe a fuerzas populares y ciudadanas en torno al reconocimiento a este país de su Derecho a Decidir.
Igual que en aquella mal llamada Transición, las expectativas de este viejo Pueblo se vieron truncadas con la denominada vía lenta a la autonomía. Corremos hoy el riesgo, en este proceso re-centralizador, de perder una oportunidad histórica de reconocimiento de Aragón como sujeto político.
Ciertamente, las movilizaciones de este Pueblo para reclamar plena autonomía no cesaron. Aragoneses y aragonesas inundaron nuevamente las calles en 1992 para defender la reforma del Estatuto de Autonomía y el reconocimiento de mayores derechos nacionales usurpados durante la Transición.
El Estatuto fue reformado en 1994, y posteriormente en 1996, por el acuerdo de PSOE y PP. Pero no se reconocieron los más mínimos y elementales derechos históricos y nacionales. Nuevamente en 2007 todas las fuerzas políticas con representación en Cortes de Aragón se pusieron a trabajar en su reforma, ya con la movilización popular desactivada, algo que los partidos tradicionales han buscado siempre para poder hacer y deshacer en las instituciones a su antojo, especialmente en cuanto a reivindicaciones de carácter popular-nacional se refiere.
Bien es cierto que CHA finalmente se opuso a una reforma en la que los partidos de ámbito español no podían garantizar la aprobación en Cortes Generales del texto pactado entre las fuerzas políticas con representación en Aragón.
El autogobierno, como apunta Soro, es garantía de progreso. Garantía de servicios públicos de calidad y garantía de gestión cercana y eficiente. Es cierto que faltan recursos para poder asegurar todas las necesidades y urgencias, como también lo es que las políticas de austeridad y sacrificio vienen orquestadas desde Madrid, así como las dinámicas y ámbitos de acción político-institucional en los que nos movemos hacen que los Gobiernos autonómicos pivoten permanentemente alrededor de PSOE y PP, con unas consecuencias nefastas para el devenir de esta tierra.
Cierto es también que el marco político y jurídico español encorseta a nuestro Pueblo y le impide avanzar y decidir sobre aspectos fundamentales en cualquier sociedad, como pueden ser las políticas laborales y salariales, el diseño de un modelo educativo avanzado, políticas medioambientales, el control sobre nuestros recursos naturales y energéticos, el agua y su uso, la propiedad de los sectores estratégicos o las políticas impositivas que ayuden a repartir la riqueza generando bienestar e igualdad, en vez de lo contrario.
Disponer de una Hacienda propia, así como de capacidad legal para legislar en esta dirección ayudaría mucho a salir de esta crisis capitalista y superar el marco que la genera. Los aragoneses y aragonesas debemos recuperar consciencia sobre ello y comenzar a movilizarnos para exigir y materializar lo que como Pueblo y por derecho nos corresponde, que no es otra cosa que poder decidir en Aragón el uso que hacemos de nuestros recursos y potencialidades. Lo que pasa en Aragón se decide en Aragón, simplemente eso, pero todo eso.
Debemos plantearnos qué futuro queremos para Aragón y las generaciones venideras. En definitiva, si deseamos o no una tierra donde poder vivir con dignidad y desarrollarnos plenamente, como sujetos y como Pueblo.
España y su clase política dirigente están plenamente plegadas a los intereses de la Troika y de los Mercados. Sólo disponiendo de un marco propio de relaciones sociales, económicas y políticas podremos hacer frente a la extrema emergencia social por la que atravesamos. Tendremos el futuro que mediante la lucha nos ganemos, con la pelea diaria y conquistando centímetro a centímetro, derecho tras derecho. En Aragón derechos nacionales y sociales van de la mano, estos años de crisis nos lo han demostrado, será únicamente la movilización y activación popular en el proceso la garante de avanzar en el progreso social.
Se hace evidente que el ejercicio del Derecho a Decidir en lo cotidiano es indispensable para defender y ampliar las conquistas sociales. Únicamente recuperando la soberanía arrebatada sobre lo que sólo a nosotros y nosotras nos atañe, podremos definir y aplicar otras políticas sociales. En definitiva, Derecho a Decidir y Soberanía, son instrumentos para los avances sociales y laborales.
Desde Puyalón de Cuchas emplazamos a Chunta Aragonesista, a sus militantes y también votantes, a recorrer junto a la izquierda independentista ese camino que permita a las clases populares aragonesas recuperar su soberanía, única vía para disputar poder político y hegemonía a las clases dirigentes que hoy los monopolizan.
En este sentido, invitamos a CHA a apoyar los actos que desde el movimiento ciudadano soberanista En A Tuya Man se están realizando para construir un poder político en la calle que empuje a instituciones y poderes del Estado a reconocer a este Pueblo como sujeto político. La próxima cita tendrá lugar el 23 de Abril, fecha que para nuestro imaginario colectivo simboliza su autogobierno. Comencemos a recuperar nuestras vidas.
Zésar Corella
Coordinador Nacional de Puyalón de Cuchas
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