Este tercer capítulo sobre la historia del independentismo juvenil casi se puede aún escuchar, ya que los susurros de lo que ocurrió todavía están presentes en la memoria de todas aquellas personas que vivieron el último período de Chobenalla Aragonesista. Una etapa, que se articula como un bucle melancólico, con la expulsión unilateral, los años posteriores hasta llegar a la asamblea de CHA donde Chobenalla recupera su reconocimiento. Por eso, este período se define en torno a la memoria y la dignidad.
Al final del segundo capítulo ya avanzamos como la asamblea de Chaca suponía, sin saberlo, un punto y final. Los meses anteriores a la misma habían estado enrarecidos, por un lado al ligallo de Zaragoza había llegado mucha gente nueva (crítica con la acción del partido en el gobierno del ayuntamiento de Zaragoza) y por otro, la propia preparación de la asamblea (redacción de la ponencia política y organizativa) que fracturó la organización en dos bloques (uno, “oficialista”, otro “crítico”, en los términos usados en las fuentes que he podido consultar). Personalmente, y con cierta lejanía al momento (8 años) creo que era un proceso normal que se podía dar en cualquier organización juvenil de izquierdas: un conflicto de poderes, personal e ideológico, consustancial al debate político. El dardo se envenenó porque CHA ya era un barco autoritario a la deriva, que quiso hacer y deshacer y no tuvo ningún incoveniente en decretar una expulsión en masa.
En esta asamblea se orienta a la organización en su estrategia rupturista (una ponencia política independentista y anticapitalista), socialista (revolucionaria) y autónoma (leal pero no vasalla a Chunta). A partir de este desarrollo se producen acuerdos que serán utilizados como justificación para la decapitación a lo Juan de Lanuza: el tema de la Expo (que ya traía conflictos anteriores a Chaca), la no participación en foros institucionales de juventud o el tema del uso de la violencia como fin último en una revolución. La cuestión es que el bloque crítico va ganando el pulso con un 55% de apoyos y la Maya Nazional elegida incluso sobrepasa ese porcentaje (con unas intensas negociaciones de por medio). Los denominados quintoasamblearios se retiran de la vanguardia en su gran mayoría. Hasta aquí todo iba más o menos normal.
La expulsión-desvinculación se produce un lunes (15 de noviembre), tramitada por la ejecutiva de Chunta, con 17 votos a favor y 1 en contra (el representante de Puyalón, Pedro Lobera). Se convocó un Comité Nazional para el 27 de noviembre, en el que se ratificó la decisión de la ejecutiva de CHA. Con un ambiente crispado, multitud de intervenciones y la policia custodiando a los jefes. En esos días hay un proceso de criminalización contra el coordinador chobenallo, Chuan Carlos B., por unas declaraciones que hizo en relación con una persona presuntamente vinculada a ETA. El aparatik chuntero manipuló y sesgó esa información, dejando en una grave tesitura personal al citado Chuan Carlos.
En antropología se suelen interpretar los hechos con dos visiones, la visión etic (externa, desde fuera) y la visión emic (interna, con percepciones desde dentro). Ambas dos son validas para construir socioculturalmente la realidad. Nos acercamos a la expulsión con estas variables:
Visión etic: la opinión pública aragonesa más todas las fuerzas políticas institucionales aprovecharon la ocasión para atacar al nacionalismo aragonés de izquierdas como sistema ideológico (la famosa portada del Heraldo de Aragón, abriendo su edición del 17 de noviembre con el titular “La dirección de CHA expulsa del partido a sus juventudes”). Había razones para hacerlo pero el oportunismo de la partitocracia parasitaria se vio de forma diáfana. Los círculos de afinidad, familiares, personales y sociales, recibieron con gran perplejidad tamaña decisión.
Visión emic: en la que incluiríamos todas las visiones de la militancia, los que recibieron la misma noticia ese lunes 15 en la sede de Conde Aranda, la del resto, las reacciones de la militancia chuntera (los anti, los escépticos, los sorprendidos), el papel goebbelsiano de Yuste, las explicaciones de Chaca, los chivatazos interesados de algunos.
Los apoyos externos fueron numerosos y plurales, desde organizaciones políticas aragonesas, de otras naciones hermanas (JERC, Gazte Abertzaleak, Iratzarri), las federaciones de asociaciones juveniles aragonesas y de organizaciones nacionalistas europeas (EFAY -las juventudes de la Alianza Libre Europea-), los sindicatos obreros y universitarios, además de algunos ligallos comarcales de CHA (Calatayú, Andorra-Sierra de Arcos). Se insistía mucho en el diálogo, la libertad de expresión y el valor de tener unas juventudes independientes.
El acuerdo del Comité Nazional establecía la formación de un grupo de trabajo para reorganizar las juventudes. Una farsa pseudonegociadora en la que todas las cartas estaban marcadas desde un principio. Este grupo se fue reuniendo a lo largo del 2005, con representantes del Consello Nazional, la Maya de Pleitos, miembros de Chobenalla (afiliados a CHA) y miembros jóvenes de CHA que no pertenecían a Chobenalla. José Manuel S., Chuan Carlos B. y Zésar C. fueron las personas que participaron representando a las juventudes legítimas. No nos extenderemos mucho en estos aspectos, decir que se quería vaciar de autonomía a la organización además de la obligatoriedad de militar en Chunta. El 25 de junio de 2005 se presenta la propuesta, que es aprobada en un Comité Nazional con un 70% de apoyos. Es la carta blanca para la creación de Chobentú.
La Maya Nazional electa era una mezcla de savia nueva, gente experimentada y territorialidad, coordinada por Chuan Carlos B., tenía un evidente protagonismo de Puyalón, junto con históricos del movimiento (Diego T.) o perfiles más cercanos al sector derrotado (Daniel M.). Queda citar a personas que entraron durante esta etapa, como Laura S., Silvia C., Diego Alberto G., Chorche A., Alberto C., Sandra F., Francisco Jesús A., o Alexandro G., Ánchel S., Alodia J., Chemari G., Andrés R. o Ariadna C.
La vida seguía y ante tanto maremoto, la nueva Maya Nazional articuló una frenética actividad, marcando los pasos del programa político aprobado en Chaca y la rabia de demostrar que Chobenalla era una herramienta para la liberación nacional y social. El 20 d’Abiento de 2005, Chobenalla congregó a 200 personas en la plaza de la iglesia de Santa Isabel. Era un acto de fuerza y apoyo. En este sentido podemos destacar la apertura de una sede social en Zaragoza (Zentro Sozial Chusé Alcazo, con una vida de pocos meses), la colaboración en el concierto solidario con el compañero Álex Cunillera, o la implicación en la Plataforma contra la Constitución Europea.
Los dos actos más emblemáticos de este período incidían en un elemento identitario que se va a potenciar con fuerza: la defensa del territorio (a esfensa d’a tierra). El 26 de marzo de 2005 se organizaba la Primera Trobada por una Nueva Cultura del Agua, en Cervera de la Cañada (Comunidá de Calatayú), con un programa que incluía un concierto del Comando Cucaracha y Los Draps. Pero desde el punto de vista organizativo tenemos la puesta en marcha del primer festival independentista juvenil (Artieda’05, 15-16 de julio), por el que pasaron 800 personas, con conciertos, charlas y zona de acampada. La apuesta de Chobenalla por Artieda no era casualidad: se estaba articulando una fuerte solidaridad con la gente joven del pueblo. Artieda y Chobenalla emergían como dos espacios de resistencia en un Aragón diferente.
Paralelamente se fue desarrollando un cierto desgaste, la dinámica dentro-fuera empezó a crear una Chobenalla bipolar, con las propias tensiones que conllevaba el proceso con Chunta (diálogo con las bases que la legitimaban como juventudes, enfrentamiento con la cúpula, vigilancia a Chobentú). Todo esto se puede describir como una “máquina de aventar fiemo“, en acertada expresión del forero Bendrix. Esta máquina llena de rabia apuntó continuamente contra las juventudes creadas por el bernalismo: Chobentú-Jóvenes de CHA (ironicamente los Chochas), una organización creada para hacerle el juego a la socialdemocracia federalista imperante en la cúpula del partido, y que además jugaba al entrismo allá donde podía (consejos locales de juventud, CNJA, EFAY).
El foro de la web de Chobenalla iba a jugar un papel fundamental para contrainformar. Hablamos de 600 usuarios registrados en 2006, de los cuales menos del 20% eran militantes de la organización. Es decir, el mayor referente del nacionalismo aragonés en la era de internet -antes de la eclosión de las redes sociales-. El foro molestaba mucho entre la dirección de CHA, pero todo el mundo entraba y en cierta medida permitía legitimar discurso ante el pensamiento único de algunos. Por otro lado había un trabajo de tramitación de quejas y preguntas en la Maya de Pleitos de CHA, relativas a procedimientos dudosos, informaciones erróneas o vulneración de derechos). El lobo con piel de cordero.
El contexto sociopolítico de este período también había cambiado. En 2004 Zapatero (PSOE) ganaba unas convulsas elecciones estatales, dando paso a un período de pasivización de los movimientos sociales. La izquierda liberal adormeció conciencias y en Aragón se notó con especial intensidad: se deroga el Plan Hidrologico Nacional y se inicia un período que algunos lumbreras calificaron como la etapa dorada de Aragón en los últimos tres siglos -a la vista está-. En todo caso el período de Chobenalla expulsada coincide con un momento de pasivización de los movimientos sociales, un aspecto que sabe manejar como nadie el centro-izquierda españolista, que a su vez iniciaba un proceso de reformas de algunos Estatutos autonómicos (entre ellos el aragonés).
La dirección de CHA continuaba encerrada en sí misma, buscando el horizonte perfecto para un partido burocratizado y acomodado: la disidencia ha de asumir lo que hay y callarse, o simplemente irse a su casa. Ese era el mensaje del liquidacionismo bernalista. Se anula el debate y ya no cuentan ni las corrientes de opinión ni las diferentes sensibilidades. El Caso Fleta es un buen ejemplo de ello: se abrió expediente contra Rafel Fleta -fundador del partido y uno de los ideólogos de Puyalón- por discrepar públicamente sobre la postura de CHA ante el Plan Ibarretxe. Fleta es expulsado en diciembre de 2005, confirmándose la tesis de que la disidencia interna, o asumía y callaba, o para casa.
El establishment bernalista era estático, su objetivo era evitar la transformación, por eso el ambiente interno se fue enrareciendo, con dos visiones a la hora de afrontar la expulsión. Un retrato triste pero real: endogamia, mala conciencia, patrimonialización ideológica, con una democracia que se circunscribe a no más de seis personas de la ejecutiva (ver Santiago Jiménez, “Chanamarca, mom amour ¿qué te pasa galán”, 23/11/2004).
Todos estos conflictos hacen entrar a Chobenalla en una pequeña crisis de identidad, con sectores de militancia que no querían mantener la lucha interna con CHA (desvinculación definitiva) y otros sectores que mantienen la idea de esperar hasta la próxima asamblea de CHA (defender la legitimidad). El desgaste de la propia situación conlleva a la convocatoria de una asamblea extraordinaria (VII Asambleya, Zaragoza, 25 de febrero de 2006). Las desmotivaciones personales y las mencionadas diferencias estratégicas habían terminado pasando factura.
Bajo el lema “Un país libre an bastir o sozialismo” se estructura un documento de trabajo que empondera el modelo independentista creado además de hacer un llamamiento para que las bases de CHA trabajen por la vuelta a los orígenes de su proyecto ideológico. Por otro lado se hizo un análisis que apuntaba a las divisiones internas como una de las causas de la debilidad de la organización. La cuestión era avanzar hacia la codecisión y la democracia interna participativa, dos elementos que se articulan como fundamentales para entender el desarrollo de los acontecimientos desde esa misma asamblea extraordinaria hasta la asamblea de 2008. También se aprobó una disposición transitoria en los estatutos que suspendía las vinculaciones con CHA. El grado de madurez de la organización permitió salvar un momento bastante crítico, ya que una parte importante de los militantes defensores de la desvinculación definitiva se fueron dando de baja.
La ejecutiva elegida funcionará como una especie de gabinete de crisis, con una inicial coordinación compartida (Chuan Carlos B. y Daniel L.), más otras seis personas. A duras penas se consiguen completar las funciones de la Maya; en ese sentido se horizontaliza la organización, con una filosofía de ejecutiva abierta (ante la precariedad de la situación y las decisiones a tomar).
El desarrollo de este período será delicado. La ausencia de un local social impide cohesionar a la militancia de Zaragoza. Chobenalla se virtualiza y su acción territorial es sostenida por el ligallo de la Comunidá de Calatayú, volviéndose a una situación similar a la del 2000. El año 2006 es complicado, las reuniones de la Maya han de celebrarse en bares, casas particulares y el orden del día de las mismas no estaba claro. La resistencia era la victoria, la memoria y la dignidad harían el resto.
La acción sociopolítica se centra en una vuelta a los movimientos sociales (ruptura de la inmovilidad), con el objetivo de ir tejiendo redes y complicidades (contra la base de la OTAN en Zaragoza, en Defensa de las Montañas, el foro Aragón No Se Vende, antifascista de Zaragoza, contra la mina de Borobia, Stop Gran Scala, etc.), la campaña por la oficialidad de las selecciones deportivas aragonesas, además de actos puntuales muy relacionados con la vocalía de Internacionales (como la conferencia “Luchas por la soberanía“, en marzo de 2006, donde participó las JERC y Puyalón), la presencia en espacios político-festivos (Franjarock, Cincomarzada, Carrasca Rock) o la vuelta a la ejecutiva del CNJA.
En 2006 se convoca una manifestación independentista en Zaragoza (Asambleya 6 d’Otubre), un año después se estructura el Bloque Independentista de Cuchas (BIC), formado inicialmente por Puyalón, A Enrestida, Estado Aragonés, Astral (y como observadores estaban SOA y Unibersidá). Se inicia el largo y tortuoso camino hacia la convergencia o divergencia de estrategias. El cambio generacional y organizativo se había producido, unos crearán colectivos políticos al margen de CHA (Estado Aragonés, 2006), otros reforzarán la cultura aragoneso-libertaria (A Enrestida, 2003), otros participan de forma externa preparando su futuro, e incluso tenemos una opción soberanista transversalista (Tierra Aragonesa, 2007). El debate sobre la unidad del independentismo se acelera y a Chobenalla le salen parejas extrañas, presiones de todo tipo y deseos de enlazar a esta organización con otras estructuras. La famosa unidad del aragonesismo de izquierdas se había roto aquel 15-N, ya nada volvería a ser igual.
Ya en el año 2007 se elabora un programa de bases para los comicios nacionales del 27 de mayo. Se trataba de una campaña político-electoral, que bajo el nombre Fe-te sentir! defendía unas cuestiones irrenunciables (la autodeterminación, la oficialidad de aragonés y catalán, la soberanía de los recursos naturales, la emancipación juvenil o la solidaridad Norte-Sur). En un acto de la campaña un grupo de chobenallos acudió al mitin central de la plaza de toros (19 de mayo) con una pancarta en la que ponía Grazias per tot. Chobenalla entadebán. El ambiente estaba tenso (poca gente, derrotismo), lo cual devino en una serie de agresiones de afiliados de CHA hacia las compañeras de sus juventudes legítimas (los agredidos fueron Óscar L., Diego M., y Javier G.). El resultado electoral de CHA ya lo sabemos: un batacazo histórico, perdiendo 40.000 votos (pasa de 9 a 4 diputados autonómicos), y cediendo terreno en el ayuntamiento de Zaragoza (de 6 a 3 concejales). Con la famosa frase del eterno candidato Chesús Bernal, “estamos hablando de cosas serias”, cuando los periodistas le preguntan si había influido la expulsión de Chobenalla. En este momento hay una cierta estabilización, Chobenalla hace de puente y de pantalla ante todos los agentes afectados (bases, cúpula, BIC…).
Y ya entramos en todo el proceso previo a la VIII Asambleya de CHA. Un momento final al que se llega con bastante agotamiento colectivo (p.e. Puyalón jugó un papel secundario ya que asumía la imposibilidad de la renovación). La estrategia política de Chobenalla queda aprobada en la Conferenzia Nazional de Calatayú (1 de diciembre de 2007, con el lema Treballando a refundazión, enta la liberazión nazional y sozial). Se lograba la cohesión interna necesaria para abordar el proceso, en este sentido se hacía un llamamiento a las bases de CHA para luchar por su refundación, además de insistir en la reparación y rectificación pública de todos los daños causados. De igual forma se eligen unos delegados propios que no serán admitidos por la Dirección chuntera. En base a esto Chobenalla apoyará la candidatura alternativa a la presidencia de CHA (que lideró Lola Giménez), un acercamiento que se llevó a cabo mediante un proceso colaborativo (ver blog entadeban.com) en el que se acordaba un programa con 15 puntos básicos para la organización. La candidatura crítica agrupaba a sectores muy heterogéneos, desde ligallos del sur, algunos del Alto Aragón o gente de la Tercera Vía, logrando el 43% de apoyos. Un buen resultado que no se reprodujo en la composición del Comité Nazional, ya que el oficialismo promovía un sistema de orientación de voto para obtener mayorías manipuladas.
Lo importante de este cónclave asambleario vino con el debate estatutario sobre las juventudes. Se preparó una especie de encerrona ya que el oficialismo preveía la derrota. Juan Martín (futuro Secretario General), trazó de forma maquiavélica, un debate con ofertas de última hora, cambios en los discursos y acusaciones de falta de cintura política. El caso es que todas las enmiendas encaminadas a ratificar las decisiones de la Dirección Nacional fueron rechazadas con una amplia minoría de bloqueo (sobre un 45% de apoyos). Se trataba de una gran victoria moral, ya que las tesis liquidacionistas, mantenidas durante tres largos años eran vapuleadas democraticamente por las bases de CHA. Chobenalla era restituida y como siempre los ciegos no quieren ver la realidad: un desencajado Bizén Fuster amenazaba con “exigir responsabilidad y cumplimiento de la línea política de CHA“.
Aragón es un país estepario, y el viento frío, en invierno, hiela la cara, pero es saludable. Sonrisas y lágrimas. Esta asamblea de CHA abría y cerraba puertas, el triunfo suponía que mucha gente quería a Chobenalla como era, independentista, revolucionaria y coherente. Supongo que un colectivo digno que mantuvo la memoria de un durísimo exilio y que abría el horizonte para el nuevo escenario político. Este análisis lo abordaremos en el cuarto y último capítulo.
Daniel Lerín Cristóbal (Licenciado en Humanidades, militante de Chobenalla Aragonesista -1998-2008- y miembro de Puyalón de Cuchas) | Para AraInfo
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