Este año, el contenido de las charlas y los debates giraron en torno al tema de la producción cultural como herramienta de liberación de los pueblos, tocándose diferentes temáticas, y ofreciéndose diferentes perspectivas. Desde la comisión organizadora se había decidido invitar a las charlas a muy diferentes colectivos y personas vinculadas de una u otra manera con el mundo de la cultura revolucionaria, relacionados con la música (grupos, sellos discográficos…), con la literatura (grupos de teatro, poesía, edición literaria, fanzines), colectivos de contra-información digital y producción audiovisual, Centros Sociales Okupados, Ateneos Populares, y un largo etc. Un nutrido grupo de estas personas y colectivos estuvieron presentes durante los debates, y nos alegramos enormemente por ello; a l@s que no les fue posible acudir, esperamos podernos encontrar en otra ocasión.
Las Jornadas dieron comienzo el viernes 4, con una charla-debate titulada “La globalización capitalista como arma de dominación cultural de los líderes económicos mundiales. La homogenización del pensamiento y la expresión cultural. Perspectiva histórica y posibilidades de emancipación”, a la que asistieron como ponentes Carlo Frabetti (escritor y matemático), Mario Domínguez (profesor de la UCM de Teoría Sociológica) y Noelia (militante de Yesca). Las intervenciones dieron lugar a un rico e intenso debate, que giró en torno a temas como la producción cultural como campo para la lucha de clases, la cultura como arma de liberación, la cultura y su interrelación con los movimientos políticos revolucionarios…
Al finalizar la charla, tomaron la palabra Cesk Freixas y Pau Alabajos (cantautores de los Países Catalanes), este último acompañado de un cuarteto de cuerda, algo sin duda inédito en un Centro Social Okupado madrileño. Ambos cantautores reflexionaron en voz alta sobre la importancia que para ellos tuvo el poder mostrar su repertorio en catalán en Madrid, lo que sin duda rompía todo tipo de prejuicios, y permitía crear una herramienta concreta para el entendimiento y el acercamiento entre los pueblos, algo muy necesario para oponer la estrategia del odio promovida por el españolismo fascista. No faltaron diferentes canciones en homenaje a Lluis Llach (L’estaca), Raimon (Al Vent) u Ovidi (en homenaje a Ovidi Montllor i Mengual, cantautor y actor alicantino, militante del PSUC), destacadas personas comprometidas con el arte popular catalán, y que se han convertido en patrimonio no sólo de ese pueblo, sino de todos aquellos pueblos que luchan.
La charla del viernes por la tarde nos dejó sin duda muchas e interesantes reflexiones, pero queremos rescatar una de ellas, ya que conecta directamente con el concierto de la noche. Uno de los elementos esenciales que diferencian el arte de las clases altas con el arte popular es que en el primero existe una clara separación entre el que produce la cultura y el que la recibe, mientras que en el arte popular, esta diferencia se difumina, volviéndose prácticamente inexistente. Gracias a las voces de Cesk Freixas y de Pau Alabajos, gracias a sus instrumentos y al cuarteto de cuerda, pero también gracias al acompañamiento y a las voces del público, la sala de la Traba donde tenía lugar el concierto se convirtió en un espacio donde artistas y público se fusionaron en una única realidad, haciendo del arte popular un vehículo para el internacionalismo del que todos y todas pudimos disfrutar y formar parte, cada cual a su manera.
El sábado por la mañana, a las 11h, dio comienzo la charla “Raíces con futuro”, a la que acudieron como invitados Ricardo Fraile (Miembro de la Asociación de cultura castellana Arrabel y de la Federación Madrileña de Folklore), Fernando (de la Asociación Cultural Mesta) y Diego (músico e instrumentista tradicional castellano) Estas personas, todas ellas muy vinculadas con el mantenimiento del arte tradicional y popular castellano en Madrid, expusieron sus diferentes trabajos, señalaron -en contra de lo que suele pensarse- la existencia en Madrid de una enorme riqueza cultural tradicional y popular, y advirtieron también de las grandes dificultades que se encuentran por parte de las instituciones para que estas manifestaciones culturales trasciendan, dificultades que desde los diferentes movimientos políticos podemos contribuir a superar.
Al terminar la charla y los debates, algunas de las personas presentes desenfundaron sus instrumentos (dulzainas, redoble y gaita charra), y calentaron la gélida mañana, mientras se terminaba de preparar el comedor popular.
A eso de las tres y media, un poco más tarde de lo previsto, comenzó a servirse la comida. Este año nos sentamos a la mesa cerca de 100 personas, parecido a años anteriores; todo un reto para l@s cociner@s.
Antes y después de la comida, algunos niños y niñas, y otros/as que no lo eran tanto, pudieron jugar en el taller de circo que hay instalado en la nave del CSO y que sirve de entrenamiento para los colectivos que allí ensayan. Gracias a ell@s hemos aprendido la importancia de ir incorporando al movimiento popular espacios para los juegos de l@s más pequeñ@s.
La charla de la tarde llevaba por título “Experiencias de cultura, acción política y represión”. Tomaron la palabra como ponentes Cesk Freixas (cantautor y militante de Endavant-OSAN), Rubén (miembreo de la Izquierda Independentista Aragonesa), Asier (desde el País Vasco, cineasta implicado en la elaboración autogestionada de documentales sobre la historia del País Vasco) y Mushir (colaborador de la Red de Apoyo a Palestina de los Países Catalanes, colectivo al que han ido destinados parte de los beneficios obtenidos durante las jornadas).
Mientras tanto, la nave principal de la Traba se iba preparando para el concierto de la noche.
El primer grupo en actuar, Mallacan, a pesar de no ser un grupo muy conocido en Madrid, lleva más de 14 años subiéndose a los escenarios, y es sin duda uno de los grupos aragoneses de referencia. Sus letras en aragonés, y los instrumentos tradicionales con los que acompañan sus actuaciones (tales como la dulzaina y la gaita de boto), sirvieron para acercarnos la cultura de un pueblo, el aragonés, que como el nuestro, lucha por su futuro y su soberanía.
Al finalizar, a eso de las nueve, tuvo lugar el Acto Político, en el que tomaron la palabra diferentes delegaciones internacionales presentes durante las jornadas (desde Palestina y América Latina). Los portavoces de la Izquierda Castellana y de Yesca quisieron mostrar su agradecimiento al Centro Social Okupado La Traba y a tod@s l@s presentes, ya que entre todas y todos está siendo posible asentar en Madrid cada 6 de diciembre, fecha en que el estado español celebra su constitución monárquica y capitalista, un espacio para el encuentro y la solidaridad internacionalista. El bloque dominante español pretende que el Pueblo Trabajador Castellano, y muy especialmente Madrid, desempeñe el papel de bastión del españolismo, del pensamiento reaccionario y de la negación de los proyectos nacionales de aquellos pueblos más avanzados en sus procesos de liberación (como el caso del País Vasco o los Países Catalanes). Pero gracias a actividades como las celebradas, es posible avanzar en la toma de conciencia colectiva en clave castellana, en clave internacionalista, en clave de clase y en clave antipatriarcal. Avances sobre los que es posible construir un proyecto político y social propio, opuesto al proyecto capitalista español y ajustado a las necesidades de las clases trabajadoras que viven en Castilla.
Obrint Pas, venido desde Valencia, y por segundo año consecutivo, se encargaron de cerrar las jornadas ante las más de 1200 personas que acudieron a los conciertos.
Un grupo de castellers (pertenecientes a una colla de Valls y a otra de Poble Sec de Barcelona) se elevó entre el público, saludando a las personas presentes y mostrando una estelada y un pendón castellano. No hay mejor imagen para despedir esta crónica y para reflejar el espíritu internacionalista que estuvo presente en Madrid durante los días 4 y 5 de diciembre, y que también se mostraría a la mañana siguiente en la Manifestación contra la Constitución monárquica, en el cortejo solidario con la juventud vasca represaliada y con las presas y presos políticos.
Entre todas y todos estamos construyendo un Madrid antifascista, anticapitalista, comunero e internacionalista. Esa es la realidad. Y nos alegramos por ello.
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